Cepillado dental
El método más eficaz, sencillo y cómodo de eliminar a diario la placa bacteriana de dientes y encías, es el cepillado dental.
El hecho de crear una rutina y limpiarse los dientes siempre en el mismo orden, ayuda a reducir el riesgo de olvidarse de cepillar alguna zona.
Lo ideal es repetir el proceso completo tres veces al día, una después de cada comida. El cepillado más importante es el nocturno, pues por la noche no segregamos saliva, que es una barrera defensiva, y estaríamos dejando restos alimenticios durante mucho tiempo sin ningún tipo de protección.
Comenzamos el proceso en la arcada superior, y cuando hayamos terminado esta zona, repetimos el proceso en la arcada inferior.
Manteniendo el cabezal ligeramente inclinado hacia la encía, apoyamos el cepillo y, sin ejercer mucha presión con el mango, cepillamos la unión del diente con la encía, realizando pequeños movimientos circulares que estimulan la circulación y la masajean.
Empezamos por la cara exterior del último molar pasando por los incisivos hasta llegar al molar opuesto. Hay que tomarse un poco de tiempo en cada diente describiendo sobre él de cinco a diez círculos pequeños.
Después pasamos a limpiar las caras que mastican. Colocamos el cepillo en la parte más posterior de la arcada y realizamos pequeños movimientos de atrás hacia delante.
Posteriormente, con la punta del cepillo limpiamos la cara interna de los dientes, realizando pequeños movimientos circulares sin apenas ejercer presión. Es imprescindible limpiar bien la cara posterior de los incisivos inferiores, porque en esta zona se forma gran cantidad de placa, ya que justo debajo de estos dientes se encuentra la glándula salival.
Hay que prestar especial atención a la limpieza de la parte trasera de los últimos molares, sujetando el cepillo lo más verticalmente posible accedemos a esta zona que limpiaremos realizando los mismos movimientos circulares que en el resto de la boca
Para finalizar, cepillamos la lengua y las mejillas.
La duración del cepillado debe ser como mínimo de 2 minutos, dedicando 30 segundos a cada uno de los cuadrantes.
Para un correcto cepillado dental, debemos completar el proceso del cepillado utilizando los cepillos interproximales.
Su uso es muy sencillo, colocamos el cepillo entre los dientes, junto a la encía y realizamos movimientos horizontales (de entrada y salida). En la arcada superior introduciremos el cepillo interproximal de arriba hacia abajo, es decir, que la punta del cepillo quede mirando ligeramente hacia la lengua para así no dañar la encía y provocar un problema mayor. En la zona de la arcada inferior procederíamos de igual manera solo que la punta del cepillo quedaría mirando ligeramente hacia arriba, es decir, hacia el paladar.